La colmena funciona como nido, como cobijo y como base para guardar la miel. Toda ella está diseñada para maximizar el espacio haciendo uso de los mínimos materiales posibles.
Las abejas usan unos 3 kilos de miel para producir ½ de cera. Como necesitan la miel para prosperar tienen que idear un diseño que les permita almacenar el máximo de miel usando el mínimo de cera posible. La forma que más espacio ofrece para guardar la miel haciendo el mínimo uso del material posible es el circulo.
Sin embargo, hay un problema con este diseño y es que, entre dos círculos, quedaran dos agujeros, lo que se traduce en espacio derrochado. ¿Por qué no usar triángulos o cuadrados entonces? Pueden encajarse perfectamente sin dejar espacios muertos.
Tenemos que entender que el panal espacialmente eficiente de las abejas que conocemos hoy, es el resultado de un periodo de prueba y error durante una larga historia de evolución. Así, con el tiempo, han ido adoptando un mejor diseño, el hexágono. Como se parece más al circulo que al triangulo o al cuadrado, la cantidad de cera utilizada para crearlo se reduce. Los hexágonos también tienen un valor añadido, y es que son fantásticos a la hora de distribuir la carga de la estructura, lo que es importante a tener en cuenta si consideramos que una colmena puede llegar a pesar hasta 4 kilogramos.
