Apicultura urbana

Como su nombre deja entrever, la apicultura urbana es la que tiene lugar en las ciudades. Se trata de un movimiento que comienza hacia mediados del siglo XX, es decir que ya tiene varias décadas, principalmente en las ciudades de Nueva York, París y Londres.

Existen dos tipos:

La que apuesta por emplazar colmenas en parques, zonas verdes y jardines particulares
La que se centra en instalar las colmenas en los tejados de edificios como nos enseña Sherlock en la serie de Elementary.

Los edificios altos implican un menor riesgo para la ciudadanía, pues las abejas no se encuentran a pie de calle donde hay más tráfico de personas.

¿Pero qué interés podemos tener en mantener colmenas en nuestras ciudades? Bien, la apicultura es una pasión para mucha gente y por razones muy diversas: algunos se centran en la obtención de cera y miel, mientras que otros lo hacen por gusto, porque les ayuda a relajarse, por aportar vida en el mundo…

Asimismo, no debe extrañar la existencia de interés personal en poder contar con un producto de calidad 100% natural en espacios plenamente urbanizados, sin demasiados lugares orientados a la producción de materias primas y donde el producto ecológico se cobra un buen pico.

Los beneficios de la apicultura urbana sin embargo, trascienden el simple hecho de la obtención de miel, pues contar con abejas en las ciudades implica una polinización de árboles y flores de los parques y jardines más eficaz, hecho que a su vez, se traduce en una disminución en las alergias de la ciudadanía y una posible mayor y de mayor calidad, recolección de frutos. También significa contar con una conexión con la naturaleza más directa, incrementando así el interés y la vocación de la población general con las abejas y actividades apícolas y potenciando su visibilidad.

Además, no sólo estaríamos mejorando nuestra calidad de vida sino también la de las abejas, pues éstas responden mucho mejor a la contaminación urbana que a los pesticidas que se utilizan en los campos y encima está demostrado que hay más variedad floral y grandes árboles en las ciudades que en ciertas zonas rurales, lo que significa una mejor dieta y calidad de vida para las abejas.

Ahora bien, aquí en España, aunque se han llevado algunas pruebas piloto en Madrid y en Barcelona, la normativa legal no hace del todo posible el poder mantener colmenas de manera particular en medio de la ciudad (terrazas o azoteas). Debemos tener en cuenta, que, aunque las abejas no acostumbran a atacar a los humanos pues centran su atención en las flores, la abeja “mellifera iberiensis” es más agresiva que otras especies que se encuentran en el norte y en el este de Europa y esto genera cierto escepticismo. Aun así, pienso que nos conviene llevar a cabo estudios que investiguen la viabilidad y si éstas implicarían algún posible efecto negativo en las ciudades y sus ciudadanos.

Me encantaría ver y disfrutar en el futuro, de ciudades más verdes 🌱 y poder coexistir con otros animales, como las abejas (teniendo en cuenta la cantidad de ventajas que esto supondría) de forma más armónica y directa. ¿Y a ti?