Las abejas atacan si las coges desprevenidas, por eso el apicultor rocía la colmena con humo. Este humo enmascara el sentido del olfato de las abejas e impide la transferencia de señales de alarma que propagan vía feromonas.
Dentro de una colmena, se pueden encontrar diferentes marcos de madera llamados cuadros, colgando uno junto al otro, cada uno con un panal, que es la parte que contiene las celdas con la miel.
Una vez recogidos los cuadros, éstos son transportados en el interior de la fábrica de miel, y emplazados en una máquina de desoperculación. Esta máquina, como si fuera una guillotina, afeita los opérculos de los panales que contienen las celdas con la miel. Entonces, los cuadros se colocan en la máquina extractora, que centrifuga los panales hasta que toda la miel es expulsada de las celdas. Después, la miel se cuela para eliminar cualquier pieza de cera que pueda haberse escapado. Una vez terminado todo esto, y los potes han sido esterilizados previamente a ser llenados, la miel está lista para ser envasada o guardada en barriles.
Figura 1: Máquina Desoperculadora – de acero inoxidable
Figura 2: Máquina Extractora – de acero inoxidable
Es bastante interesante el hecho de que muchas colmenas contienen cuadros más pequeños diseñados para producir miel que no será extraída del panal. Los trabajadores retiran los cuadros y cortan los panales con un cuchillo calentado, sellando la cera alrededor de la miel dentro de la celda durante el proceso. Este revestimiento de cera de abeja se asigna a la creación de velas, esmalte para muebles o pintalabios entre otros.
Cuando los productores tienen más miel líquida de la que pueden vender, la dejan granular, permitiendo que se creen cristales de azúcar que se vuelven duros y blancos. Cuando hay más demanda, la devuelven a su estado líquido calentándola a 55ºC.
Una colmena de abejas tradicional puede llegar a producir entre 30 y 45kg de miel por temporada, esto es mucha más miel de la que las abejas necesitan para sí mismas y el excedente es lo que acabamos consumiendo nosotros.